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19
feb

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Relax

El merecido descanso

Mucho trabajo, mucho esfuerzo, mucha ilusión

Llevas semanas, meses e incluso años preparándote para el gran día, el día del examen, pero aún no te sientes suficientemente preparado para afrontar tu gran día.

Sabes de sobra que has trabajado mucho, sabes que estás bien preparado, pero no terminas de creértelo, no llegas a confiar en ti, por eso el día de antes del examen, la noche de antes, la mañana de antes, e incluso los 30 minutos previos al examen, decides continuar repasando los contenidos una y otra vez, repasar mentalmente los psicotécnicos más complicados que conoces por si ese día te volvieras a cruzar con ellos.

¿Qué consigues con todo eso?

Lo único que consigues es acelerar la sensación de nerviosismo para el examen y demostrarte a ti mismo que tienes miedo al resultado del examen, que no confías en ti, que no confías en tu capacidad y que no confías en tu preparación. La opinión que tengamos de nosotros mismos es vital, sin duda es la única opinión que debe importarnos, entonces vamos a trabajar para conseguir la mejor opinión posible.

Seguir trabajando el día de antes del gran día va a conseguir que llegues cansado, saturado del estudio y con la información confusa. Aunque tengas la sensación de que si no actúas así suspenderías el examen, te aseguramos que no es cierto.

¿Cómo superar esos sentimientos?

Lo mejor que puedes hacer el día de antes es descansar, te lo mereces. Olvida el examen, olvida el gran día y haz lo que más te guste. No pienses en el día de mañana, no pienses en el resultado, limítate a descansar.

Tendemos a pensar que si estoy descansando estoy perdiendo el tiempo y esto es algo muy equivocado. Descansar el día de antes del examen te transmite a ti mismo mucha confianza, relajación y además te ayuda a recuperar todas tus fuerzas, para que el gran día puedas dar lo mejor de ti.

Confiar en ti mismo hará que pierdas el miedo al resultado y trabajes el día del examen con muchísima menos presión, consiguiendo así el mejor resultado posible.

Una técnica de estudio eficaz necesita una planificación y una estrategia. Llévalas a cabo y el éxito es tuyo.